Historia

Su historia gira en torno a la de su Castillo

  • En 1429 era un señorío de Pedro de Castro, vinculándose en la familia De Só y Castro, que en 1460 eran señores de la baronía de Fréscano y vizcondes de Ebol e Illa en Cataluña, pues e
  • ra una familia de origen catalán entroncada en Aragón. En 1599 los poseía Gaspar Galcerán de Castro-Pinós de Só y Aragón cuando recibió el título de conde de Guimerá en Cataluña.
  • El edificio, muy alterado, sería un palacio fuerte como tantos en la zona oscense, siendo su planta un rectángulo de unos 26 por 16 m. Conserva relativamente bien las partes bajas de sus muros sur y oeste, de sillería, y en esa esquina subsisten dos paredes de una torre angular, con una ventana apuntada, la base en talud muy pronunciado. También subsiste parte de la torre del ángulo noroeste, asimismo con la base en talud, como vemos en otros castillos oscenses de los siglos xv y xvi; ambas torres eran rectangulares. Por los lados norte y este debió existir un foso por exigencias del suelo, y aún subsiste la rampa de lo que fue la entrada por el lado oriental.
  • La localidad está levantada en un cerro en cuya parte superior se ubica la Iglesia Parroquial,
  • que fue construida en el siglo XII y en la que destaca su gran espadaña con dos campanas. El templo, de sillares de arenisca, es de pequeñas dimensiones y se accede a él por unas escaleras.
  • Debajo en un banco de piedra se sitúa el resto del pueblo, con un trazado irregular producto de su pasado medieval. Así nos lo indican los restos del Castillo, una obra gótica del siglo XV que fue transformada en varias ocasiones y del que sólo queda parte de los muros y el torreón